sábado, 31 de mayo de 2014

Me ayudáis a escoger alubias??

Ya llevaba tiempo sin publicar y no dudeis que no ha sido por falta de ganas pero este mes ha sido de lo mas ajetreado. Solo con deciros que lo quevos traigo hoy es una anécdota que me contaron en semana santa, ya os hareis una pequeña idea. 
El caso es que mis tías, grandes aportadoras de historietas para este blog, se dedicaron a explicarme el laborioso trabajo que daban las alubias que mi abuelo,año tras año, insistía en plantar y que no era del todo agradable aunque cuando luego mi abuela ponía el puchero encima de la mesa, nadie les decia que no. No creais que era solo plantar y recoger,faena de las que se ocupaban los mayores, era también escogerlas y eso siempre, pero siempre siempre, les tocaba a los jóvenes de la casa. Así era que en el tiempo de la recogida, si pasabas por casa, lo mas común era encontrar a todo el batallón alrededor de la mesa de la cocina de invierno escogiendo las alubias que estaban buenas y las que no servían ni para los animales. Pero no era todo trabajar, rara era vez que no se presentaba algún primo, vecino o amigo para ayudar y que salieses antes a jugar, y si ese no era el objetivo:algún cuento tendría para contar que te amenizara la tarde. En el momento en el cual ya estaba a punto de entrar la noche y,por fin, ya veías el fondo del tercer saco de alubias, cuando olvidabas el dolor de dedos y el cansancio y te planteabas hacer el último esfuerzo para acabar de una vez con las dichosas alubias, aparecia mi abuelo con otros 2 sacos mas de alubias. Algunos quejidos lastimeros y un "menos hablar y mas escoger" de aquel hombre de aquellas aún joven, cerraban la conversación. Tendrían trabajo para una cuantas horas mas, quizá hasta para el día siguiente, pero sabían que vivir en el campo conllevaba que su padre trabajase, alguna que otra vez de sol a sol, igual que sabían que debían ayudar por que esa sería parte de lo que comerian el resto del año. Por que otra cosa no; pero alubias, garbanzos y lentejas nunca faltaron en casa para comer.
 
 
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Posiblemente encontréis errores (más de los normales) y mala colocación de algunas cosas. Lo siento estoy publicando desde el móvil por que no quería tener tanto tiempo esto abandonado, pero en cuanto recupere el ordenador arreglaré todos los problemillas que puedan surgir y el blog volverá a la normalidad
 Os dejo aquí esta preciosa foto tomada, si no me equivoco, en una de las actividades del agosto cultural de hace unos años. Un saludo y hasta pronto.

domingo, 11 de mayo de 2014

Galicia y Villaquejida, dos lugares de ensueño

Aquí os dejo una pequeña reflexión, de esas filosoficas que te vienen a la mente cuando le das vueltas a la cabeza y te pones a comparar: me parece precioso el verde de Galicia, pero no cambiaría por nada el dorado de Villaquejida. Creo que no hay un lugar tan distinto a las tierras de León y Castilla. En ocasiones siento como una división en mi: Galicia donde vivo y donde crecí y Villaquejida parte de mi vida y de lo que soy. 
Si tuviese que elegir pues no lo se pero creo que preferiría el pueblo y con esto no quiero decir que no fuese a extrañar la vida que llevo aquí: echaría de menos el frío húmedo del invierno, sentarme en el sofá las tardes de lluvia (es decir tres cuartas partes del año) viendo una película o leyendo un buen libro envuelta en una manta calentita. También si no estuviera por aquí echaría en falta estar en verano a 30 minutos de la playa, llegar a casa llena de arena, con una caja de cochas y oliendo a mar. Echaría de menos empaparme andando de un lado a otro y caminar por el bosque, enredándome en zarzas con caminos estrechos, con altos pinos y eucalipto a los lados.
Por otro lado, si algún día, por el motivo que sea, algo me impide volver a pisar las calles del pueblo no se cuanto aguantaría sin tener noticias de los prados, de las encinas y los nogales de las eras, seria extraño no volver a cenar en las bodegas o ir caminando por la fresca siguiendo el camino blanco hasta Villafer, no entretenerme haciendo saltar los cantos en el río o quedarme viendo atardecer. Estar en verano en la piscina o permanecer sentada en la terraza de alguno de los bares del pueblo, ver a la gente, maravillosa toda ella, con esa energía y esa alegría especial, ir y venir andando, en bici cada uno con su trajín cotidiano. Sin prisa pero sin pausa... ver como la tradición no se pierde y seguir conservando esa sensación de que el tiempo se ha parado y jamás volverá a andar... eso es un verdadero placer en esta vida que no cambiaría por nada.


miércoles, 7 de mayo de 2014

Cristo 2001

Aprovecho un momentito libre, que estos días no me sobran, para enseñaros estas fotos que aparecen en el librillo de la programación del Cristo del año 2001 que igual algunos lo conserváis pero aquí os las dejo : son de las piscinas, de la plaza del pueblo, una panorámica del todo el pueblo, pero la última y la que aparece en mayor tamaño es la que quería destacar. Me parece una bonita imagen de una buena parte del pueblo concentrada en la rotonda con la Iglesia como fondo. 
Era muy pequeña en aquellos tiempos, pero siempre me han dicho que de aquellas eran unas grandes fiestas, aquel año habían duraron 5 días (del 13 al 17 de septiembre) en los que el pueblo sacaba sus mejores galas para disfrutar por las calles de las vaquillas,de las concentraciones de coches,de los conciertos de la plaza, de las reuniones en las peñas... unos días en los que en Villaquejida no había un segundo para sentarse en un banco y respirar, tardes que enlazaban con las madrugadas del día siguiente, que marcaban el fin del verano y el inicio de un curso. ¡Eran los días grandes! ¡Seguro que muchos tenéis recuerdos de esas fechas!