domingo, 29 de marzo de 2015

Son 10.000!!!!

Ha llegado un momento que nunca pensé que iba a conseguir el día que abrí este blog. Esta mañana cuando entré y vi el número del contador no pude evitar sonreír y alegrarme por la decisión que tome aquel día de octubre al iniciar este camino cuando ni en sueños pensé que llegaría hasta aquí.
Empecé esto con la idea de que fuese una afición, una manera de estar conectada con ese lugar y gente a la que le tengo tanto cariño. En parte fue un reto que me propuse a mi misma pero sin un objetivo marcado que alcanzar y hoy, por supuesto, estoy contenta por haber conseguido alcanzar este punto pero no era mi meta por que creo que aun queda mucho por recorrer.  Hoy, juntos, en menos de año y medio, hemos logrado reunir 10.000 visitas para esta bitácora y aunque diga juntos las gracias os las tengo que dar a vosotr@s.
 
Os diré que  si queréis enviarme fotos (antiguas o actuales), historias, escritos,  noticias, ideas  o lo que queráis lo enviéis a la dirección de correo que facilito a continuación donde sin duda será bien recibida cualquier contribución. Del mismo modo que para ponerse en contacto conmigo también os pido que utilicéis ese mismo email que aparece a la derecha
 
 
Muchas gracias por vuestra paciencia y vuestro apoyo :)

miércoles, 25 de marzo de 2015

Las campanas de Villaquejida

Hoy os traigo un texto publicado por Irma en su blog. Ella es otra de esas personas que por una razón o por otra sus pasos la guiaron hasta Villaquejida con la intención de hacer un recuento de los palomares que allí hay.
 Su entrada me parece verdaderamente entrañable y la comparto por que en ella se muestra las ansias de intentar conservar los pequeños detalles del pasado y por que me llena de nostalgia y tristeza, al igual que a ella, que estas viejas tradiciones, oficios, construcciones... se pierdan.
 
 
"Estos días en la prensa, salía la noticia que ya no había quien repicase las campanas en los pueblos, leí la noticia y me entró cierta pena y a la vez nostalgia de como en pocos años a esta parte vamos perdiendo todas nuestras tradiciones más ancestrales, cambiándolas por pitidos de msn o de un windows apagándose. Y sin querer me salieron las campanas de Villaquejida entre luz y sombra, conste que las hice antes de leer la noticia, por cierto un pueblo muy bonito rodeado de encanto y gente encantadora.

El otro día estuve en Valdefuentes y allí ya se habían caído las campanas, daba mucha pena verlas así, porque las campanas a la vez que te hacen llorar cuando tocan su llanto de tristeza también saben dar alegría, me gusta el sonido de las campana, las echo de menos y estoy harta de esos pitidos cursis y horteras que han puesto ahora en todos los campanarios. Revindico campaneros y campaneras para nuestros pueblos y ciudades, que vuelvan a sonar y repiquen una vez más."
 
 

jueves, 5 de marzo de 2015

Las catedrales olvidadas

Esta entrada es un pequeño resumen de tres entradas que encontré en el blog PARAMENSIS y que hace referencia a la historia de los silos, entre ellos el de nuestro pueblo.

Nos referimos a los silos para almacenamiento de cereal construidos entre los años 1940 y 1984 y que a parte de tener una importancia económica capital también supuso un importante episodio arquitectónico.
En la España de posguerra se fueron levantando multitud de silos de cereal como consecuencia de la precariedad económica del momento, por lo que se hace necesaria una intervención en materia de política agraria. El Estado se decanta por una política intervencionista y autárquica y así nace la Red Nacional de Silos y Graneros y el Servicio Nacional del Trigo.
Los silos se fijaban en lugares estratégicos bien por su papel productivo o por ser un nudo de comunicaciones o portuario, como los situados en las principales rutas férreas españolas.
En el año 1984 una nueva ley termina con el monopolio triguero llevado a cabo durante casi cinco décadas por el Estado Español, requisito indispensable para la entrada de España en la política económica común europea. A parte las necesidades del mercado y las nuevas políticas hacen que la red de silos y graneros no sea competitiva, a lo que hay que sumar edificaciones obsoletas que no se han adaptado al avance técnico u otras que han quedado comprimidas dentro de las ciudades y su accesibilidad se antoja casi imposible. Así pues el Ministerio de Agricultura fue cediendo las construcciones a los gobiernos autonómicos. En León se trasfirió la titularidad de los graneros de Alvires y Puente Villarente y los silos de Astorga, Cea, El Burgo Ranero, Palanquinos y Villaquejida a la Junta de Castilla y León.

Silo de Villaquejida