jueves, 5 de marzo de 2015

Las catedrales olvidadas

Esta entrada es un pequeño resumen de tres entradas que encontré en el blog PARAMENSIS y que hace referencia a la historia de los silos, entre ellos el de nuestro pueblo.

Nos referimos a los silos para almacenamiento de cereal construidos entre los años 1940 y 1984 y que a parte de tener una importancia económica capital también supuso un importante episodio arquitectónico.
En la España de posguerra se fueron levantando multitud de silos de cereal como consecuencia de la precariedad económica del momento, por lo que se hace necesaria una intervención en materia de política agraria. El Estado se decanta por una política intervencionista y autárquica y así nace la Red Nacional de Silos y Graneros y el Servicio Nacional del Trigo.
Los silos se fijaban en lugares estratégicos bien por su papel productivo o por ser un nudo de comunicaciones o portuario, como los situados en las principales rutas férreas españolas.
En el año 1984 una nueva ley termina con el monopolio triguero llevado a cabo durante casi cinco décadas por el Estado Español, requisito indispensable para la entrada de España en la política económica común europea. A parte las necesidades del mercado y las nuevas políticas hacen que la red de silos y graneros no sea competitiva, a lo que hay que sumar edificaciones obsoletas que no se han adaptado al avance técnico u otras que han quedado comprimidas dentro de las ciudades y su accesibilidad se antoja casi imposible. Así pues el Ministerio de Agricultura fue cediendo las construcciones a los gobiernos autonómicos. En León se trasfirió la titularidad de los graneros de Alvires y Puente Villarente y los silos de Astorga, Cea, El Burgo Ranero, Palanquinos y Villaquejida a la Junta de Castilla y León.

Silo de Villaquejida



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